"Iré a la beatificación porque es una fiesta enorme para la Iglesia"
Me llamo Eelis Nguyen, soy licenciado en Ciencias Políticas, tengo 29 años y soy finlandés de padres vietnamitas.
"El corazón me lo pide"
Me llamo Angélique Ferrali, soy suiza, tengo 46 años, estoy felizmente casada y soy madre de tres niños. Actualmente trabajo como profesora de tenis. Soy católica y cooperadora del Opus Dei.
"Reflejaba una bondad que te hacía sentir hijo de inmediato"
Cecilia Arrasate y Juan Enrique Zeger, Chile, orientador familiar y ama de casa, viven en Chile.
"Espero recibir muchas gracias para mi familia por intercesión de don Álvaro"
Me llamo Momo Azemagho Dorothee, tengo 36 años y vivo en Yaoundé, Camerún, donde coordino los proyectos de una asociación.
"Voy a la Beatificación para pedirle muchas cosas"
Me llamo Bregje Huisman, soy holandesa, tengo 32 años, trabajo como anestesióloga y vivo en Ámsterdam, Holanda.
"Es como un padre para mí"
Me llamo Gabriel Ruiz Benito, soy español, tengo 20 años y estudio ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur.
Una historia de remo, maratones y familia
Mi nombre es Juan Manuel Florido, tengo 39 años, soy profesor de educación física en un Colegio de Sevilla y mi afición es correr maratones. Hasta aquí no hay nada especial, pero si le añadimos que estoy casado y tengo 5 hijos, esperando el sexto, seguramente cambia un poco la cosa. Y si encima considero esta afición como un medio que me puede ayudar a acercarme a Dios, todavía cambia más.
Bomberos: atender todo servicio
El trabajo de Rogelio Orozco, de Zapopan, lo lleva a convivir con el dolor de manera cercana, sin embargo, él explica que los bomberos trabajan para la vida. Además, en el centro de su profesión está servir a los demás, aunque eso implique atrapar ratas o bajar gatos de los árboles.
“Santo Padre, ¿le puedo dar un abrazo?”
Santiago Quemada, sacerdote del Opus Dei, pensaba que sería imposible acercarse al Papa durante el viaje a Israel. Del pesimismo pasó al gozo cuando no solo se encontró con Francisco sino que se fue a casa con un abrazo y un paternal consejo.
“Sé fiel, sé apóstol”, me dijo Juan Pablo II
Alejandra Vanney es abogada y en los años noventa se trasladó a Polonia para apoyar los comienzos de la labor apostólica del Opus Dei en ese país. Por su trabajo en la Universidad de Varsovia viajó a Roma y participó en encuentros que tuvo el Papa Juan Pablo II con grupos reducidos de polacos, en esas ocasiones pudo comprobar personalmente el cariño humano y sobrenatural del nuevo santo.