Andy, Argentina: «El espíritu de la Obra lo llevo conmigo adonde vaya y en cualquier circunstancia»
Andy es de Salta (Argentina) y estudió gastronomía. Tras muchos años viviendo y trabajando en Buenos Aires, recientemente decidió regresar a su ciudad natal para cuidar de su sobrino: “comprendí que era necesario y que no podía actuar con indiferencia cuando tenía la posibilidad de ayudar”, asegura.
Mariana, Argentina: «Conocí el Opus Dei por una persona que no siguió en la Obra»
Mariana es de la provincia de Buenos Aires, pero ha vivido durante 13 años en tres países de Europa: “conocí una gran cantidad de personas con mentalidades y formas de ser muy diversas”, asegura. “Esto me permitió aprender sobre otros modos de vivir y expandir mi perspectiva.” La propia elección de vida como numeraria auxiliar en el Opus Dei le ha permitido conocer a más personas y dar un lugar en su corazón a muchas más.
Mª Ángeles, España: «Echo un poco la vista atrás, y pienso que tengo una vida plena»
Mª Ángeles conoció el Opus Dei por casualidad, cuando una profesora del instituto de su pueblo le habló de la oportunidad de vivir en un Centro de Estudio y Trabajo (CET). Allí aprendió sobre todo tres cosas: “Primero, a compatibilizar el estudio y el trabajo, a aprovechar más el tiempo porque en casa no pegaba mucho sello. Luego me ayudó a conocer lo que es la vida cristiana vivida con coherencia. Y la tercera cosa, que condicionó luego el descubrimiento de mi vocación, fue conocer el Opus Dei desde dentro
Kele, Argentina: «Es una regalo de Dios disfrutar lo que uno eligió»
Kele estudió Técnica Auxiliar en Gastronomía y Nutrición. Al conocer el Opus Dei, afirma, “fue todo un descubrimiento, porque no conocía nada y no sabía que, con total naturalidad, podía meter a Dios en mis cosas”, incluso en “las salidas que hacía con mis amigas.”
Bek, Australia: «No creo que nadie pueda afirmar que ha dominado por completo el arte de amar a los demás»
Rebekah, más conocida como Bek, es de Wollongong, Australia. Bek tiene muchas aficiones: le gusta navegar, pintar, leer, la música y cocinar. La pasión por la cocina terminó siendo su campo de desarrollo profesional. El propósito de su trabajo es lograr que las personas sepan que son amadas, algo que exige un aprendizaje continuo: “No creo que nadie pueda decir que ha alcanzado la cima en el aprendizaje de cómo amar a las personas”.
Carol, Brasil: «La Obra se convirtió en una extensión de mi familia»
Caroline, de 37 años y originaria de Osasco, Brasil, proviene de una familia donde su padre es peluquero y su madre profesora de matemáticas. Estudió hotelería y realizó un curso de especialización en el sector de servicios. Su vocación a la Obra como numeraria auxiliar la define como "una madre dentro del Opus Dei", destacando que "nosotras sabemos cuidar, como cualquier madre lo haría, y en todos los aspectos". Esto “impacta también espiritualmente, no sólo materialmente”.
Dani, Bolivia: «¡Quién no tiene exigencias en su vida!»
Dani se define como una persona muy competitiva, que siempre aspiraba a más en la vida. Ahora sigue apuntando bien alto, pero desde otra perspectiva: “El Opus Dei para mí ha significado un cambio total en mi vida, porque me ha dado otra visión acerca de para qué estamos acá en el mundo”.
Heloiza, Brasil: «He encontrado en la gastronomía una forma de servir y conectar con los demás»
Heloiza es numeraria auxiliar del Opus Dei desde hace 34 años. Nació en Lorena, pero tras el asesinato de su padre en un robo cuando tenía 10 años, su madre decidió mudarse a São José dos Campos para estar cerca de su familia. Su vida ha estado marcada por otros acontecimientos dolorosos, como la enfermedad. Le encanta la repostería y durante la pandemia comenzó un emprendimiento llamado "By Chef Helô". La suya es una historia de superación.
Ilona, Finlandia: «Me gusta pensar en mí misma como alguien con sisu»
El sisu es una palabra finlandesa que se traduce como perseverancia, valentía o determinación. Ilona representa bien este concepto: nacida en un país donde los católicos son una minoría, sueña con cambiar el mundo a través de su trabajo como académica. “Desde la estadística, con datos, hago frente a la polarización. No todo es blanco o negro”, asegura.
Miriam, Brasil: «Dios, al igual que el GPS, ahora recalcula tu camino»
Miriam, de Brasil, tiene 34 años y es Médico ginecóloga y obstetra. Está casada y tiene un hijo de meses. Fue durante un tiempo agregada del Opus Dei, hasta que vio que su camino era otro, tras un período de reflexión en el que siempre se sintió acompañada y comprendida.